22 de febrero de 2015

Pedro Romero







Pedro Romero Martínez (Ronda, Málaga; 19 de noviembre de 1754– Ronda, 10 de febrero de 1839).




Descendiente de una dinastía taurina muy conocida, su padre Juan Romero y sus hermanos menores, José y Antonio fueron también matadores de toros. Pedro despreció pronto el oficio familiar de calafate (casi todos los Romero fueron, antes que matadores de toros, carpinteros navales) y, como había hecho su padre en la cuadrilla de su abuelo, se "enroló" de segundo espada entre los subalternos de Juan, donde aprendió el abecé del oficio taurino.


Además, se atribuye a su abuelo, Francisco Romero, el mérito de ser el primero que empleó la muleta y el estoque para dar muerte a un toro.
 Como hombre era modelo de seriedad y honrada conducta. Su aspecto rústico y tosco no excluía destalles de caballerosidad derivados de su carácter francamente hidalgo. Ni sintió la vanidad ni conoció la envidia. Se consideraba superior a todos sus compañeros, pero nunca hizo alarde de ello, ni incurrió en la ordinariez de humillarlos.

Biografía 
En la plaza de toros de su pueblo, Pedro Romero, aleccionado por su padre, mató varios novillos en diferentes ocasiones, entre las que destaca una en la que estoqueó él solo los seis toros del encierro. En aquella jornada resultó cogido Juan, a consecuencia de un quite que hizo a su hijo cuando éste, con juvenil temeridad, se hallaba expuesto a un grave peligro. A través de este y de otros lances similares, Pedro fue adquiriendo unos fundamentos técnicos que, unidos a su desmesurado valor y a su natural conocimiento del comportamiento de las reses, le fueron consolidando como el torero más preparado de su tiempo. Comenzó como segundo espada en la cuadrilla de su padre en 1771, participando en tres novilladas este mismo año en Jerez de la Frontera. Parece ser que se presentó por vez primera en Sevilla en 1772, donde alternó con Manuel Palomo y Antonio Albano la muerte de ochenta y seis toros que fueron lidiados en tan sólo cuatro días (por aquel entonces, la afición se complacía en dedicar a la fiesta de los toros jornadas enteras, divididas en sesiones matinales, vespertinas y, en señaladas ocasiones, también nocturnas). Se le considera el primer matador de toros de su época, a diferencia de sus rivales y contemporáneos, Joaquín Rodríguez "Costillares" y Pepe-Hillo, a quienes se consideraba como los primeros toreros.

18 de febrero de 2015

Joaquín Rodríguez "Costillares"





Joaquín Rodríguez llamado Costillares fue un torero español, nacido en Sevilla el 20 de julio de 1743 y fallecido en Madrid el 27 de enero de 1800
Existen varias opiniones en torno al año de su nacimiento (¿1729, 1740, 1755?) . Cossío da la fecha del 20 de julio de 1729., basándose en una inscripción que puede leerse en un retrato del diestro y que dice así: "Joaquín Rodríguez (Costillares), matador de toros e inventor de la suerte del volapié. Nació en el barrio de San Bernardo de Sevilla el 20 de julio de 1729, y falleció en Madrid el 27 de enero de 1800, en la casa número 7 de la calle del Mediodía Grande, a los setenta años, seis meses y nueve días". Existe una partida de bautismo, cuya autenticidad es muy dudosa, que da el 6 de agosto de 1748.


Un abuelo suyo, Juan Manuel Rodríguez, forma ya parte de la Historia del Toreo, pues Felipe V le otorgó una pensión vitalicia de 100 ducados anuales, por decreto del 18 de junio de 1734, al verlo torear en la plaza del Mar de Ontígola, en Aranjuez. El hecho de que Felipe V metiera en el presupuesto a Juan Manuel Rodríguez, es interpretado por el escritor José Alameda, en su libro El Hilo del Toreo, como una prueba del apoyo de Felipe V al toreo a pie, frente al toreo a caballo que había prevalecido hasta entonces.

No sin violenta oposición de su padre, Joaquín abandonaba la cuchilla para escurrirse a lo mejor hacia los corrales donde se lanceaba al ganado bravo; sirviéndose de su sangriento delantal como de capote para ensayo de las lecciones. Los castigos paternos fueron ineficaces para retraer a Rodríguez de su irresistible vocación y no contribuyó poco a reducir su ánimo a la voluntad de Costillares la intervención del diestro Pedro Palomo a favor de su ahijado y discípulo.
Joaquín Rodríguez, según lo describen las tradiciones de su época, era hombre de buena presencia, aspecto serio y reposado; de carácter formal y algún tanto melancólico, de excelentes costumbres y dado a piadosas devociones. No tuvo sucesión de su matrimonio, y dejó a sus parientes una modestísima fortuna.
Es considerado el padre del espectáculo taurino moderno, como innovador y organizador de la lidia.

Biografía

Hijo del también matador sevillano Luis Rodríguez quien fuese empleado del matadero, Costillares sigue los pasos de su progenitor en ambas profesiones, los conocimientos adquiridos en el matadero acerca de la anatomía del toro le ayudarán posteriormente como estudioso de los toros.

17 de febrero de 2015

Nace De Gallito al Verdadero. Un sentimiento, una pasión.

Bienvenido al blog que nace producto de algo más que una afición. De Gallito al Verdadero nace tratando de transmitir un sentimiento heredado, surge del afán por descubrir fascinado a la vuelta de cada nuevo muletazo revelado, y de la satisfacción por comprobar cómo ha seguido calando en mi y en mis hijos formando parte de una forma de entender y comprender una cultura, un arte y una filosofía que se siente a diario.

A lo largo de la vida de esta página intentaremos aportar vivencias personales, biografías, bibliografía, lecturas curiosidades... en fín, todo aquello que de alguna manera convierta su visita en un viaje entretenido para quienes buscan algo más que la noticia y la actualidad de este mundo, aspecto éste para el que seguro no estamos preparados.
Aunque el título de la Página, De Gallito al Verdadero , parezca acotar un tiempo, un espacio y la figura de dos grandes maestros unidos por su nombre, nada más lejos de la realidad. En los rincones de esta publicación encontraremos referencias aún más remotas, que acompañen al visitante a tiempos aún más lejanos tratando de comprender el origen de nuestra Fiesta y su entorno. No se detendrá en nada ni nadie en especial, pero no nos cabe ninguna duda que tanto José Gómez Ortega como José Miguel Arroyo han sido las dos grandes figuras del toreo que más han influido en la manera de amar esta tradición.


Espero saber transmitir el mismo interés y entretenimiento que genere en nosotros cada imagen, cada texto y el mensaje que envuelva cuanto nos hace respirar de manera distinta este arte, filosofía y pasión que nos une.

Muchas gracias amigos.